La historia del windsurf

por | Ago 7, 2023

A lo largo de su relativamente corta historia, el windsurf o windsurfing ha conquistado las playas y los corazones de millones de aficionados por todo el mundo. Su historia está ligada a un hombre y a las dos pasiones que lo llevaron a crear este apasionante deporte. Aunque su historia es también una historia de amistad, la que mantuvieron él y su socio, sin el cual nada habría sido posible. Y por eso, porque en Water Sports Mallorca nos entusiasma tanto, hoy le queremos hacer un pequeño homenaje en forma de post a un quienes hicieron posible una las actividades que más disfrutan tanto los amigos que nos visitan como nosotros mismos. Actividad a la que os podéis sumar en nuestros cursos o a través de nuestra opción de eventos personalizados en Mallorca con Water Sports.

El primer windsurfer

Jim Drake fue un ingeniero aeronáutico estadounidense. Nacido en Los Ángeles el 21 de julio de 1929, California, llevó desde sus primeros años el agua del mar en la sangre.

Precisamente en Los Ángeles fue donde comenzó su carrera como ingeniero aeronáutico, precisamente en la North American Aviation, para la cual diseñó notables aeronaves que batieron récords de altitud y velocidad para vuelos tripulados. Tan extraordinaria era su aportación a estos proyectos que llamó la atención del mismísimo Pentágono, para el cual trabajó en el diseño de misiles balísticos intercontinentales y misiles Tomahawk durante la Guerra Fría.

Pero, aunque ciertamente llamativa, no es esa faceta de Jim Drake la que más nos interesa, sino la que lo acabaría convirtiendo en el padre de uno de los deportes más queridos por los amantes del mar y las olas. Porque Jim Drake amaba construir aviones, pero también tenía dos pasiones: navegar y el esquí. Ciertamente, una sugerente combinación.

En 1962, a Drake empezó a rondarle una idea, que no era otra que la de combinar la portabilidad del esquí con el placer de navegar. Idea que compartió con su amigo, marinero y compañero ingeniero aeronáutico, Fred Payne. Y es que Drake disfrutaba del desafío mental que para él suponía resolver rompecabezas técnicos como aquel.

No fue, sin embargo, hasta 1966, cuando Drake compartió una idea con un amigo de la familia y fabricante de productos de plástico llamado Hoyle Schweitzeren en una cena íntima en Santa Mónica. Esa cena cambiaría la vida de millones de personas para siempre.

Un encuentro que lo cambió todo

Drake ya tenía en mente su idea de crear una tabla de surf impulsada por velas, una suerte de velero portátil en el cual el marinero se ponía de pie sobre una gran tabla de surf mientras sostenía una pequeña vela.

Ingeniero y artesano talentoso, Jim Drake diseñó el concepto del windsurf y creó el prototipo prácticamente a mano en enero de 1967 en su garaje en Santa Mónica. Utilizando madera de teca laminada, construyó la botavara de horquilla, la orza y el pie del mástil, mientras que la junta universal fue reconfigurada a partir de una junta giratoria de acero inoxidable y teflón de un velero. Diseñó también la vela, una vela bermudiana, y la tabla, similar a una tabla de surf. Utilizó fibra de vidrio hueco proveniente de un pequeño bote de carreras para el stil.

Drake fue el artífice del concepto, aportando sus precisos conocimientos sobre las especificaciones y materiales necesarios para construir la embarcación de vela. Schweitzer, por su parte, recibió instrucciones específicas sobre qué artículos comprar y dónde obtenerlos para el proyecto, incluyendo la tabla de surf y el mástil. Juntos fundaron Windsurfing International, con Drake como inventor y Schweitzer como vendedor.

la historia del windsurf

La prueba de fuego… o de agua

El 21 de mayo de 1967, Drake, su esposa su hija fueron a Marina del Rey, en California, para  probar si todo no había sido más que un sueño o podían considerarlo una realidad.

Drake admitió que había pensado detenidamente en muchas ideas sobre cómo manejar su invento. Al fin y al cabo, era un ingeniero a punto de probar su gran invención. Paradójicamente, nunca había pensado en cómo levantaría la vela del agua, así que tuvo que peDir ayuda. Pero a pesar de los nervios y las inseguridades, Drake también era un marinero, y esquiador, y se dejó llevar por sus emociones y su instinto. En su segundo día de práctica, llevó su invención al mar abierto en Will Rogers State Beach en Santa Mónica. En el tercero, enseñó a su amigo y socio Schweitzer a hacer windsurf.

Un año después, en 1968, Drake y Schweitzer patentaron su diseño y comenzaron a producir y comercializar las tablas de windsurf bajo la marca Windsurfer. La popularidad del windsurf creció tan rápidamente en las décadas siguientes que el deporte se convirtió en una disciplina deportiva reconocida a nivel mundial.

No habría sido, por tanto, posible llevar a cabo tal empresa sin la aportación de Schweitzer. Puesto que, si bien el windsurf nunca habría sido posible sin el ingenio y la capacidad de resolver esos rompecabezas técnicos de Drake, fue la visión comercial de Schweitzer la que popularizó este deporte.

Tal es así que en 2002, la Asociación de Windsurf Profesional los incluyó en el Salón de la Fama del Windsurf, denominando a Drake «El padre del windsurf» y a Schweitzer «El hombre que trajo el windsurf a las masas».

Una idea, un encuentro y un deporte de leyenda

La contribución de Jim Drake y Hoyle Schweitzeren a la creación del windsurf son fundamentales en la historia de este deporte acuático. Su ingenio y visión han permitido que el windsurf sea disfrutado por personas de todas las edades en diferentes partes del mundo, y su recuerdo continúa vivo en la comunidad windsurfista actual.

En conjunto, estos dos amigos formaron un equipo complementario que permitió la creación del primer prototipo del windsurf, sentaron las bases para un deporte que se convertiría en pasión, y a ellos mismos, en leyendas

 

Referencias consultadas

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